Aves en una marisma casi seca del Parque Nacional de Doñana. Foto: REUTERS/Marcelo del Pozo
La UE logra pactar la histórica Ley de Restauración de la Naturaleza

La Eurocámara, el Consejo de la UE y la Comisión Europea alcanzaron este jueves al borde de la medianoche un acuerdo político provisional sobre el texto final de la Ley de Restauración de la Naturaleza. Se trata de la primera norma de la Unión Europea que aborda explícitamente proteger y restaurar la biodiversidad. Para 2030, se ha fijado el objetivo recuperar el 20% de los ecosistemas terrestres y marinos dañados. Para 2050, al menos el 90%.


Un 80% de los ecosistemas en Europa se encuentra en mal estado, de ahí la necesidad de contar con una norma que trate de revertir esta tendencia. Aun así, no ha sido un camino fácil. La propuesta legislativa ha contado en los últimos meses con la oposición de sectores de la ganadería, la agricultura y la pesca, así como del Partido Popular Europeo.


Hemos logrado un acuerdo para recuperar aquello que nos genera no solamente vida, también servicios económicos y sociales, que impacta en el bienestar de las personas y en la viabilidad de la mayor parte de nuestras actividades, incluida, cómo no, la seguridad alimentaria”, ha declarado Teresa Ribera, vicepresidenta tercera del Gobierno en funciones y ministra para la Transición Ecológica, quien lideró la negociación en representación de la presidencia española del Consejo de la UE que ostenta el país hasta final de año. Ante el cambio global que enfrentamos, esta norma ayudará a obtener «niveles saludables de biodiversidad en todos los estados miembros y a preservar la naturaleza para las generaciones futuras, mientras luchamos contra el cambio climático«, ha añadido Ribera.


El acuerdo, de obligado cumplimiento para todos los Estados miembros de la Unión, establece objetivos específicos y jurídicamente vinculantes para la restauración de la naturaleza en cada uno de los ecosistemas terrestres, como tierras agrícolas y bosques; y ecosistemas marinos, incluidas las praderas marinas, los lechos de esponjas y corales, de agua dulce y urbanos. Hasta 2030, se ha acordaro que los Estados miembros deben dar prioridad a los lugares Natura 2000 al implementar las medidas de restauración establecidas en el reglamento.


Los plazos pactados establecen que los Estados miembros también deben establecer medidas para restaurar al menos el 60% de los hábitats en malas condiciones para 2040 y al menos el 90% para 2050. En un primer momento, el objetivo era restaurar la totalidad de los hábitats en mal estado para mitad de siglo, pero finalmente se ha añadido una flexibilidad adicional para «hábitats muy comunes y extendidos».


Excepciones para los ecosistemas agrícolas


El texto especifica que los Estados deben implementen medidas destinadas a aumentar al menos dos de estos tres indicadores: el índice de mariposas de pastizales, la proporción de tierras agrícolas con características paisajísticas de alta diversidad y la reserva de carbono orgánico en el suelo mineral de las tierras de cultivo. También establece plazos determinados para aumentar el índice de aves comunes en tierras agrícolas. Actualmente, la agricultura intensiva es la causa principal del descenso de aves en Europa.


La Eurocámara, el Consejo de la UE y la Comisión Europea han acordado brindar flexibilidad a los Estados a la hora de rehumedecer las turberas. El texto fija objetivos para restaurar el 50% de las turberas drenadas por uso agrícola de aquí a 2050 (con el paso previo de restaurar el 30% de ellas de aquí a 2030), aunque «los Estados miembros que se vean fuertemente afectados podrán aplicar un porcentaje menor», indican en un comunicado.


Las medidas de restauración incluyen la rehumidificación de suelos orgánicos que constituyen turberas drenadas, lo que ayuda a aumentar la biodiversidad y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Los colegisladores también coincidieron en que la consecución de los objetivos de rehumidificación no implican una obligación para los agricultores y propietarios privados de tierras.


Otra medida para no perjudicar a los agricultores es que el texto permite suspender las medidas del reglamento hasta un año “por razones de emergencia no esperadas no sea posible cumplir con algunos de estos objetivos en el plazo previsto”, ha explicado la ministra. El acuerdo también aclara que los planes nacionales de restauración no implican la obligación de que los países reprogramen la política agrícola común (PAC) o la financiación de la política pesquera común (PPC).


Entidades ecologistas reclamaban una mayor ambición


Organizaciones ecologistas celebran el acuerdo de esta normativa histórica, aunque lamentan la flexibilidad incorporada en la última fase de su negociación. «A pesar de las presiones, anoche se dio un paso decisivo para aprobar la histórica Ley de Restauración de la Naturaleza con grandes avances, pero también lagunas por concretar», ha expresado en X Juan Carlos del Olmo, secretario general de WWF España. «El reglamento sigue estando muy lejos de lo que la ciencia marca como necesario para hacer frente a la emergencia climática y de biodiversidad, por lo que corre el riesgo de ser insuficiente en la práctica y permitir la inacción de algunos Estados miembros», resaltan en un comunicado conjunto Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF.


Las entidades destacan positivamente que el alcance de la restauración de los ecosistemas terrestres «no se ha restringido exclusivamente a los espacios de la Red Natura 2000, aunque se han añadido importantes salvedades que pueden reducir la superficie total a restaurar». También celebran que el acuerdo incluye la obligación de que los países identifiquen y eliminen barreras artificiales para la conectividad de los ríos, con el fin de convertir al menos 25.000 km en ríos de flujo libre para 2030 y mantener la conectividad natural de ríos restaurados.


«Si bien nos complace ver que todos los ecosistemas originalmente cubiertos por la ley todavía están incluidos en el acuerdo, los artículos se han suavizado en comparación con la propuesta original de la Comisión y la posición del Consejo. Es decepcionante ver las numerosas exenciones incluidas y la excesiva flexibilidad en cuanto a las obligaciones de los Estados miembros«, ha señalado Sofie Ruysschaert, responsable de políticas de restauración de la naturaleza de BirdLife.


Respecto a la financiación, se ha acordado que la Comisión presente un informe un año después de la entrada en vigor del reglamento sobre los recursos financieros disponibles a nivel comunitario, una evaluación de las necesidades y, si procede, que haga una propuesta para aumentar la dotación en el presupuesto de la UE. También se introducirá una disposición que aliente a los Estados miembros a promover planes públicos y privados para apoyar a implementan las medidas de restauración a propietarios de tierras, agricultores, silvicultores y pescadores.


Los recursos aportados a reparar la naturaleza son una inversión ya que la Comisión Europea estima que cada euro destinado en la recuperación de ecosistemas producirá un retorno de entre 8 y 38 euros. Actualmente, la degradación de suelos provoca pérdidas de 50.000 millones de euros al año en la UE.


En julio, esta controvertida ley consiguió proseguir su tramitación legislativa tras conseguir el voto favorable de socialistas, liberales, verdes, izquierda y de algunos eurodiputados populares, que apoyaban la norma a pesar del rechazo frontal de su grupo. Ahora, tras el acuerdo final del texto que ha alcanzado el trílogo, el texto se presentará los 27 Estados miembro (el Consejo) y a la Comisión de Medioambiente del Parlamento para su aprobación. El texto, para que entre en vigor, antes deberá ser adoptado formalmente por ambas instituciones. Este paso suele ser una formalidad, pero dadas todas las trabas que han surgido en torno a la norma, nada está asegurado.


 


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