Barbacoa que funciona a través de IA, presentada en el CES de Las Vegas, hace unos días. EFE
El Consejo y el Parlamento Europeo, pioneros en la legislación sobre Inteligencia Artificial

Después de tres días de conversaciones maratonianas, la Presidencia del Consejo y los negociadores del Parlamento Europeo alcanzaron, el pasado mes de diciembre, un acuerdo provisional sobre la propuesta relativa a normas armonizadas en materia de inteligencia artificial (IA), el denominado Reglamento de Inteligencia Artificial.


El texto definitivo debe ser adoptado formalmente tanto por el Consejo como por el Parlamento, en su calidad de colegisladores de la UE. El texto íntegro se someterá a una formalización jurídico-lingüística antes de que los colegisladores lo adopten formalmente. El Reglamento de Inteligencia Artificial debe aplicarse a partir de 2026.


 El Reglamento de Inteligencia Artificial de la UE es la primera ley de la historia en materia de inteligencia artificial, un marco regulador cuyo objetivo es garantizar que los sistemas de IA sean seguros y respeten la legislación y los derechos y valores fundamentales de la UE. César Luena, eurodiputado riojano del grupo socialdemócrata, se felicita porque «la Unión Europea cuenta ya con la primera ley del mundo que regula la IA», y asegura que «no hubiese sido posible sin el trabajo y visión de la Presidencia Española del Consejo y el compromiso de la Eurocámara».

Al ser la primera propuesta legislativa de este tipo, puede establecer una norma mundial para regular la IA en otras jurisdicciones, como hizo en su momento el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) para la privacidad de los datos, promoviendo así el enfoque europeo de la regulación tecnológica en la escena mundial.


El Reglamento de Inteligencia Artificial trata los riesgos asociados a usos específicos de la IA y los clasifica en cuatro niveles, con normas diferentes en función del nivel. A los videojuegos, filtros de correo no deseado, les asocia un nivel de riesgo mínimo; a los robots conversacionales les otorga un nivel de riesgo limitado; al uso en el transporte, para la evaluación de exámenes, la contratación y la concesión de préstamos les concede un riesgo alto, y concluye con un nivel inaceptable para la puntuación ciudadana y el reconocimiento facial. El reglamento contempla normas más estrictas para un mayor nivel de riesgo.


En opinión del riojano César Luena, el nuevo documento «es una ley que lleva en el centro la protección de los derechos democráticos y fundamentales de nuestros ciudadanos, a la vez que impulsa la innovación y el uso de la IA en toda Europa. Es una ley que mira hacia el futuro y que sirve a los europeos, algo por lo que la familia socialista ha luchado durante las negociaciones».


Luena quiso poner en valor el nuevo marco legal que asumirá el Viejo Continente: «Esta ley demuestra que Europa sigue estando a la vanguardia a nivel legislativo. Con esta ley, pionera, impulsamos la inversión en la UE y proporciona una certeza legal y técnica a ciudadanos y empresas».

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