César Luena posa frente a la sede del Parlamento Europeo en Bruselas. Éric Vidal
«El uso de la tierra es de todos, no del sector primario; no puede condicionar el futuro»

A la Ley de la Restauración de la Naturaleza, de la que ha sido ponente el eurodiputado riojano César Luena (PSOE), le queda un trámite en el Europarlamento para salir adelante. En principio, será en febrero cuando socialdemócratas, verdes, izquierda y liberales, más algún verso suelto de los populares europeos (en la última votación ocho eurodiputados se saltaron la disciplina de partido y Luena confía en que se sumen más) saquen adelante un corpus legislativo que coloca el respeto y la recuperación del medio ambiente como eje prioritario para la UE. El propio Luena reconoce que la ley será «moderada» para lograr el mayor número de apoyos y repite una cifra para mostrar crudamente el drama ambiental que vive el continente: «El 70% de nuestros ecosistemas está degradado».


– ¿Qué va a suponer para Europa la aprobación de la Ley de la Restauración de la Naturaleza?


– Un verdadero hito. Las preocupaciones de nuestra sociedad están ligadas a la lucha contra el cambio climático, una prioridad, pero en ocasiones nos desvían de la crisis de biodiversidad que afecta al planeta. La Ley de Restauración supone que, 70 años después, contemos con un reglamento que supera la directiva de hábitats y la de aves. Se trata de una política común de naturaleza.


 – ¿Qué objetivos se persiguen?

– Que los países miembros hayan recuperado, de aquí a 2050, los ecosistemas degradados. Se irá haciendo poco a poco, con objetivos claros. Por ejemplo, para 2030 se marca que se recupere el 20% (pueden ser bosques, paisajes agrarios, humedales, turberas...) y que se mantenga esa línea.


– Recuperar el medioambiente, restaurarlo, es caro. ¿Quién paga?


– Queda una pata de la ley. De momento, se van a desarrollar planes nacionales, que financiarán los estados. Y luego hay que desarrollar un plan presupuestario europeo porque a la larga el objetivo es crear un fondo común de naturaleza.


– El texto de la Ley de Restauración ha recibido el voto en contra de los populares europeos y contestación por parte de un gran sector agrario. ¿Por qué?


– Lo primero, recalco que ha sido apoyado por las sociedades científicas, por las oenegés, por los movimientos juveniles de lucha contra el cambio climáticos y por muchísimas empresas que apuestan por la restauración. En contra, existe una motivación política y otra que podíamos tildar de retardismo infrainformado.


– ¿Qué busca el PP europeo oponiéndose a esta ley?


– Su líder, Manfred Weber, del que Alberto Núñez Feijóo es alumno aventajado, ha considerado que la extrema derecha pelea por el voto de la derecha (aunque la extrema derecha compite con todos) y le han temblado las piernas. Entonces, ha decidido coger la bandera discursiva del negacionismo climático sin tener en cuenta que estaba acordado con la presidenta de la Comisión Europea, su compañera de partido Ursula von der Leyen. El pacto ambiental era el gran pacto europeo antes de la pandemia o de la guerra a las puertas de Europa. Los antiguos líderes populares, sin ir más lejos Angela Merkel, nunca lo hubiesen consentido. Merkel abogó por el cordón sanitario a la extrema derecha y ahora han pasado al abrazo reaccionario, como ha hecho Feijóo en comunidades autónomas y ayuntamientos.


– Un sector de los agricultores también se opone a la ley...


– La semana pasada me reuní con Pedro Barato, presidente de Asaja, para explicarle la ley. Restaurar los ecosistemas va a redundar en beneficio de todos, pero sobre todo en el sector primario. Existe retardismo, que es una secuela del negacionismo, que pide plazos más amplios y menos ambición. Pero no hay tiempo. El 70% de los ecosistemas está degradado. E insisto en que también existe infrainformación porque muchas de las cosas que se han imputado a la ley no están en ella. La negociación ha sido moderada y flexible y está pactada con la derecha agraria y política. Por eso se rebajó la ambición de la ley y lo volvería a hacer. Los ecosistemas son de todos, también del futuro. El uso de la tierra es de todos, no es del sector primario. No pueden condicionar el futuro de la sociedad. Hay que preservar sus intereses, pero también el bien común. Y los agricultores van a tener mejores tierras y mejores productos. Va en su beneficio.


– ¿Van a ser los productos agrícolas y ganaderos más caros con la entrada en vigor de la Ley de la Restauración?


– No, no y no. Además, ahora se van a elaborar los planes nacionales y el sector va a negociar con cada gobierno. La ley, en su artículo 1 contempla una petición del sector conservador que garantiza la seguridad alimentaria. Se acordó en un minuto. Y cuando haya circunstancias de escasez, inflación... se deja a la Comisión aplicar un freno de emergencia que paraliza la aplicación de la ley durante doce meses.


– Hablando de agricultura, en esta legislatura el sector primario riojano ha vivido tiempos complejos...


– Hemos trabajado mucho para preservar la PAC, porque es básica para nuestro campo; cuando se intentó etiquetar las botellas de vino como las de otros alcoholes estuvimos en contra y se logró pedir el consumo responsable; cuando han querido romper la Denominación hemos dejado claro, desde el Ministerio y en Europa, que la unicidad no se discute... Hemos trabajado mano a mano con el Gobierno de Concha Andreu por los agricultores riojanos.


– Cita mucho la preservación y la restauración, pero en los últimos años se están viendo situaciones en las que las medidas contra la descarbonización y la apuesta por las energías verdes choca con la protección del paisaje. Ocurre en La Rioja, con la autopista eléctrica de Forestalia, pero también en toda Europa. ¿Son compatibles ambas?


– Algún coste tiene que haber. En el caso de La Rioja, me remito a la posición de mi partido. Pero en la ley hemos dado preferencia a las energías renovables sobre la restauración: si un espacio se puede regenerar y al mismo tiempo puede acoger energías renovables, prima lo segundo. Somos conscientes de que si no queremos carbono ni más nucleares la prioridad debe ser la producción de renovables. Creemos que es una ley coherente. Hay que encontrar fórmulas para que se desarrolle, pero actualmente en Europa hay tantos ecosistemas que necesitan ser restaurados, tantas hectáreas en las que trabajar, que si no se puede actuar en un punto sí se puede hacer en otro.





Futuro de César Luena



«Si el PSOE quiere que siga, encantado; si quiere renovación, también»




En junio se celebrarán las elecciones europeas y César Luena sonríe al escuchar la pregunta obligada. «Estoy encantado y agradecido de ser eurodiputado, como también lo estuve en cargos regionales y nacionales. Siempre estaré a disposición del partido», recalca. En estos cuatro años destaca que ha participado en «una labor colectiva» que le deja «satisfecho» por «el papel protagonista y la influencia de España y de Pedro Sánchez en temas trascendentales como los fondos europeos, la invasión ilegal de Ucrania o la denuncia de las barbaridades que está real1izando Netanyahu» y por eso no le importaría repetir. «Pero el PSOE debe decidir. Si quiere que siga, estaré encantado; si quiere renovación, también», sentencia. «Soy una persona de partido. Cuando me tocó decidir listas, me gustaba la gente que aceptaba, que era disciplinada. Yo lo seré», añade.Y respecto al balance de estos años, Luena lo considera «positivo porque de la crisis de la pandemia ha salido una UE más social y más federal. Y la invasión de Rusia a Ucrania nos hace estar más convencidos de la necesidad de ampliación». Pero el trabajo debe seguir y los retos son numerosos:«Problemas migratorios, transición digital, ecología...». Trabajo no faltará para Luena... o para su sucesor.





«Parece que Capellán no quiere ejecutar proyectos heredados. Existe deslealtad institucional»


Desde Europa han llegado fondos que en La Rioja han generado agrias polémicas entre el Gobierno de Concha Andreu y el actual de Gonzalo Capellán.


– Los fondos Next Generation han financiado un gran número de proyectos en España, pero según un reciente informe las máximas beneficiarias han sido las administraciones. ¿Se ha logrado el objetivo?


 – Se pretendía ayudar a la economía, dar un estímulo anticíclico tras el cierre de los países por el covid, y se ha conseguido. Además, la Comisión Europea dice que España es el país que antes pide, mejor justifica y más ejecuta. Los fondos han llegado a administraciones y a empresas, pero se va a lograr una capilaridad en todos los sectores.


 – Gonzalo Capellán, en el Parlamento regional, llegó a calificar de «monumental fraude» el Plan de Transformación del Gobierno anterior...


– Lo hizo sin pruebas y con proyectos en ejecución. Parece que no quiere ejecutar proyectos heredados y que han recibido el visto bueno de Europa, como la Ciudad del Envase, Valle de la Lengua, Enorregión... Existe una deslealtad institucional porque siempre debe haber una continuidad entre gobiernos. El alcalde de Logroño Conrado Escobar ya comprobó, en una visita a Madrid, que se podían echar atrás proyectos y retirar la financiación si no se cumplía con lo acordado, porque incurriría en un fraude. Como eurodiputado, pero sobre todo como ciudadano, le digo que el sectarismo no es bueno, como se vio en La Rioja en tiempos recientes, y que hay que tener mucho cuidado con lo que se dice porque la Comisión Europea vigila que los proyectos financiados por ella se ejecuten y se cumplan sus objetivos.


 


Entrevista completa en larioja.com




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