Una nueva directiva europea garantizará la calidad y la seguridad del agua corriente

Veinte años después de que entrase en vigor la primera directiva sobre el agua potable, el Parlamento Europeo ha aprobado una nueva normativa que pretende aplicar unos umbrales más estrictos a ciertos contaminantes –como el plomo– para garantizar el agua corriente de calidad en los hogares de toda la UE. 'Right2Water' se ha convertido así en la primera iniciativa ciudadana –más de 1,8 millones de firmantes– que ha conseguido convertirse en ley.


«Era de suma importancia que la nueva directiva hiciera el agua potable aún más segura, y tuviera en cuenta los contaminantes emergentes. Por ello, aplaudo las disposiciones de la directiva relativas a los microplásticos y a alteradores endocrinos como el bisfenol A», celebra el europarlamentario luxemburgués Christophe Hansen.


A pesar de todo, el riojano César Luena lamenta que «hemos vuelto a perder la oportunidad para reconocer el agua como derecho universal». Y se explica: «La iniciativa incide en la accesibilidad del agua, su seguridad y aceptabilidad, pero no en que sea asequible. Pueden llegar los recursos, pero si no hay dinero para hacer frente a las facturas, tenemos el mismo problema».


Luena advierte que «no podemos dejar el campo abierto a los especuladores con los derechos de uso y aprovechamiento del agua».


Según la Comisión Europea, un menor consumo de agua embotellada podría ahorrar a los hogares de toda la Unión más de 600 millones de euros al año. Se entiende que una mayor confianza en el agua del grifo repercutiría en un menor consumo de agua embotellada y, por tanto, en una reducción de residuos plásticos y de basura marina. Las botellas son uno de los plásticos de un solo uso que más contaminan los entornos naturales, especialmente las playas.


Acceso universal


Esta nueva normativa quiere ser garantía de un acceso universal –grupos más vulnerables incluidos– a un agua corriente de calidad; que todos los europeos accedan en condiciones de seguridad.


Los Estados miembros se responsabilizarán de asegurar el suministro gratuito de agua en los edificios públicos, y animarán a restaurantes, comedores y servicios de restauración a ofrecer a sus clientes agua gratuita –o establecer un pago por una tasa mínima de servicio–.


Del mismo modo, cada Gobierno se compromete a adoptar las medidas que resulten necesarias para facilitar el acceso al agua a grupos especialmente vulnerables, como pueden ser los refugiados, las comunidades nómadas, las personas sin hogar o culturas minoritarias como los gitanos o los 'travellers' irlandeses.


Con la meta de generalizar el consumo de agua del grifo –en detrimento de la embotellada–, se producirán mejoras en la calidad estableciendo unos límites mucho más estrictos respecto a algunos contaminantes como el plomo.


La Comisión Europea tiene previsto elaborar a principios del año 2022 una lista con las sustancias que susciten preocupación sanitaria entre la opinión pública y la comunidad científica: productos farmacéuticos, alteradores endocrinos y microplásticos. De igual manera, preparará listas de sustancias autorizadas. Los Estados miembros velarán por que las medidas se basen en el principio de precaución.


 


Artículo publicado en larioja.com

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