En en 1988, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Organización Meteorológica Mundial (OMM) alumbraron el nacimiento del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), órgano de las Naciones Unidas encargado de evaluar los conocimientos científicos relativos al cambio climático.
Desde entonces, el IPCC ha trabajado para ofrecer a los dirigentes políticos evaluaciones científicas periódicas del cambio climático, sus implicaciones y riesgos, y para proponer estrategias de adaptación y mitigación.
El grupo publicó la semana pasada un nuevo informe, y según explicó el presidente del IPCC, Hoesung Lee, «entraña una seria advertencia sobre las consecuencias de la inacción» porque, añadió– «en el informe se demuestra que el cambio climático constituye una amenaza cada vez más grave para nuestro bienestar y la salud del planeta. Las medidas que se adopten en el presente determinarán la forma en que las personas se adaptarán y cómo la naturaleza responderá a los crecientes riesgos climáticos». [...]
A fin de evitar una mayor pérdida de vidas, biodiversidad e infraestructura, es preciso tomar urgentemente medidas ambiciosas de adaptación al cambio climático y, a la vez, lograr reducciones rápidas y pronunciadas de las emisiones de gases de efecto invernadero. De acuerdo con el nuevo informe, los avances en materia de adaptación son dispares, y las brechas entre las medidas adoptadas y lo que se necesita para hacer frente a los riesgos crecientes son cada vez más profundas. Estas brechas son mayores entre las poblaciones de menores ingresos.
César Luena, como vicepresidente de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria del Parlamento Europeo, reconoce que el informe de los expertos de la ONU «insiste en que nos estamos quedando sin tiempo. Debemos seguir trabajando con la ambición que caracteriza nuestras políticas medioambientales europeas, cumplir con los objetivos establecidos y esforzarnos para hacerlo cuanto antes mejor». Apunta que las conclusiones del documento «deben ser nuestro punto de partida para construir soluciones y medidas eficaces para combatir el cambio climático de manera global. Para ello es necesaria la estrecha colaboración entre gobiernos, el sector privado y la sociedad, es decir, una acción conjunta que reúna a todos los sectores en una transición ecológica que asegure nuestra adaptación al cambio climático y nuestra seguridad alimentaria».
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