El primer paso hacia una nueva era

En su último libro, El Green New Deal Global, Jeremy Rifkin dice que caminamos hacia “una civilización ecológica postcarbono; con suerte, a tiempo para salvar a nuestra especie, al resto de criaturas que viven en este mundo y a la propia Tierra que habitamos”.


Hay determinadas cuestiones que no se pueden dilatar en el tiempo. Cuando se llega a un límite, más allá del cual el riesgo puede ser que no sepamos (o podamos) vivir, o que no tengamos los medios ni las capacidades para continuar más allá de ese límite, debemos tomar decisiones para no traspasarlo.


Y es eso lo que hicimos ayer en el Parlamento Europeo. Decidimos declarar y aprobar, por necesaria, la emergencia medioambiental y climática.


No ha sido una decisión fácil. Ni tampoco ha sido una decisión que haya contado con el respaldo de todos los grupos políticos. Primero, porque declarar un estado de emergencia implica la adopción de medidas inmediatas. Segundo, porque esas medidas han de ser drásticas para, efectivamente, revertir el proceso de calentamiento climático y deterioroecológico que hemos provocado.


Pero lo hemos conseguido. Esta declaración, en la que los socialdemócratas hemos puesto tanto esfuerzo, es crucial de cara a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP25) que se celebrará en Madrid del 2 al 13 de diciembre.


La sólida conciencia ciudadana de un público profundamente preocupado por la emergencia climática y medioambiental, que demanda acciones concretas para revertir el calentamiento global, ha sido demostrada en las numerosas movilizaciones mundiales de los últimos tiempos.


Esta declaración es la respuesta a esa demanda de los ciudadanos. Negar la emergencia, como hacen algunos grupos políticos, y no haberla declarado, hubiera sido nefasto para los ciudadanos, para el planeta y para la propia credibilidad del Parlamento Europeo como institución garante de los intereses de la población.


La Unión Europea y sus Estados miembros quedaron desde ayer obligados a tomar la iniciativa y liderar las negociaciones internacionales sobre el clima de las próximas semanas y demostrar unidad y fortaleza con acciones concretas y ambiciosas. Es fundamental la acción inmediata para limitar el calentamiento global a 1,5 °C y evitar la pérdida masiva de biodiversidad.


Se necesitan cambios transformadores en las sociedades para hacer frente al cambio climático, la degradación del medio ambiente y la pérdida de biodiversidad. Los socialistas velaremos ahora para que todos los ciudadanos y sectores de la sociedad y la economía se impliquen para garantizar una transición justa y equitativa.


El Parlamento Europeo ha declarado la emergencia medioambiental y climática. Es ahora el turno de la UE, de sus Estados miembros y de todos los líderes globales para afrontar valientemente la lucha contra el cambio climático en la COP25.


El planeta nos está dando una lección histórica. Se acabó la era dominate del carbono y de la combustión fósil. Es el tiempo del desarrollo sostenible.


Artículo aparecido en www.larioja.com.

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