Plataforma japonesa para extraer gas natural a partir de hidrato de metano. EFE
El Parlamento Europeo pide acelerar la reducción de emisiones de metano del sector energético

El metano es el segundo gas de efecto invernadero más importante que contribuye al cambio climático después del dióxido de carbono. En una escala de tiempo de 100 años, el metano tiene un potencial de calentamiento global 28 veces mayor que el dióxido de carbono y es 84 veces más potente en una escala de tiempo de 20 años. Por lo tanto, las emisiones de metano son muy relevantes para los objetivos climáticos de 2050. Además, el metano es un potente contaminante del aire local y contribuye a la formación de ozono, que a su vez provoca graves problemas de salud. La Agencia Internacional de Energía estima que reducir las emisiones de metano asociadas con la actividad humana en un 50% durante los próximos 30 años podría mitigar el cambio de temperatura global en 0,2 °C para 2050, un paso significativo para mantener el aumento de la temperatura por debajo de 2°C.


«El metano representa en torno a un tercio de todos los gases de efecto invernadero y es el segundo más nocivo de este tipo. Es evidente que era necesario abordarlo para avanzar en el objetivo de neutralidad climática que tenemos establecido para mediados de siglo», comenta el eurodiputado riojano César Luena, quien añade: «El metano ha sido durante mucho tiempo un gas ignorado por la legislación europea, así que la aprobación por el Parlamento Europeo de esta primera ley para reducirlo supone un gran avance».


La nueva normativa, aprobada con 499 votos a favor, 73 en contra y 55 abstenciones, es la primera destinada a reducir las emisiones de metano y cubre las emisiones directas de metano de los sectores del petróleo, el gas fósil y el carbón, y del biometano una vez inyectado en el gas red, aunque los eurodiputados también quieren que las nuevas reglas incluyan al sector petroquímico.


El Parlamento está ahora listo para iniciar negociaciones con el Consejo sobre el texto final de la legislación, que propone obligar a los operadores a presentar un programa de detección y reparación de fugas de metano a las autoridades nacionales competentes seis meses después de la fecha de entrada en vigor de este reglamento, y los eurodiputados exigirán estudios de detección y reparación de fugas más frecuentes en comparación con lo que propone la Comisión.


También buscan fortalecer las obligaciones de reparar las fugas, ya que los operadores deberán arreglar o reemplazar todos los componentes que tengan fugas de metano inmediatamente después de la detección o a más tardar cinco días.


El texto prevé además la prohibición de la quema de metano de las estaciones de drenaje para 2025 y de los pozos de ventilación para 2027, lo que obliga a los países de la UE a establecer planes de mitigación para las minas de carbón abandonadas y los pozos de petróleo y gas fósil inactivos.


Asimismo, dado que las importaciones representan más del 80% del petróleo y el gas consumidos en la UE, los eurodiputados proponen que, a partir de 2026, los importadores de carbón, petróleo y gas demuestren que la energía fósil importada también cumple los requisitos del reglamento, mientras que las importaciones de países con requisitos similares para las emisiones de metano estarán exentas de las normas de la UE.


Luena subraya el papel del grupo socialdemócrata, en el que se incluyen los eurodiputados del PSOE como él, en el avance legislativo: «Hemos defendido medidas ambiciosas para reducir las emisiones de metano como, por ejemplo, la garantía de que las futuras importaciones también estén sujetas a los mismos requisitos que se imponen dentro de la Unión y la obligación de realizar un plan comunitario de reducción del metano para todos los sectores para el año 2025».


Artículo disponible en www.larioja.com

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