César Luena, vicepresidente de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria en el Parlamento Europeo

Europa aspira a ser el primer continente climáticamente neutro ¿qué pasos se están dando en el camino de la transición ecológica?


La transición ecológica hacia una Europa verde es una de las mayores prioridades de la Unión Europea, así lo estableció la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en su Discurso de la Unión de 2021. Nuestra herramienta para conseguirlo es el Pacto Verde Europeo, que pauta el camino, la hoja de ruta, para que Europa se convierta en el primer continente climáticamente neutro para 2050. El pacto incluye una serie de ambiciosos planes y estrategias basados en la sostenibilidad (lo que implica necesariamente la adaptación de todos los sectores de la economía) y el aumento de la financiación para la transición. Desde la aprobación del Pacto Verde, la Unión Europea está inmersa en el proceso de desarrollo y aplicación de todas las estrategias establecidas con el fin de acelerar sus acciones para paliar el cambio climático. Algo que reclama tanto la comunidad científica como la sociedad. [...]


Nuestra acción urgente y colectiva es lo que necesitamos para evitar las amenazas del futuro que no serán solo climáticas, también de dimensión de seguridad, energética o migratoria. El logro de estos objetivos beneficiará a todos los sectores de la sociedad, y garantizará una Europa fuerte y resiliente preparada para afrontar los desafíos por venir. La lucha contra el cambio climático plantea un reto importante y es que la acción debe provenir de todas las partes del mundo, especialmente de los países más contaminantes. Tenemos que evitar la falta de cooperación o solidaridad y motivar una acción firme para lograr objetivos colectivos que beneficien a todo el planeta.


La pandemia COVID-19 ha puesto de manifiesto la estrecha vinculación entre salud y medio ambiente ¿De qué manera se está afrontando en Europa las consecuencias sobre la salud humana derivadas del deterioro medioambiental?


La salud humana, animal y medioambiental están plenamente interconectadas. Así lo pusimos de relieve en mi informe de biodiversidad, en el que recordamos cómo la degradación del medioambiente y la relación cada vez más estrecha que tenemos con el mundo salvaje pueden dar lugar a más enfermedades zoonóticas. El Covid-19 ha puesto en alza una preocupación que no es nueva, ya que antes habíamos presenciado otras enfermedades zoonóticas, tales como el SARS, la gripe aviar o el ébola. Debido a ello, no solo es necesario que la perspectiva de “una sola salud” se adopte en todas nuestras políticas, sino también a nivel internacional, ya que hemos visto lo fácil que es que se propague una zoonosis una vez el equilibrio entre los humanos y la naturaleza se rompe.


Debido a esta evidencia, cuidar nuestros ecosistemas, nuestra biodiversidad, es más importante que nunca de cara a evitar otra crisis de esta magnitud en el futuro. En todo el mundo, alrededor de un millón de especies de plantas y animales están en riesgo de extinción. Estamos alterando, contaminando, sobreexplotando y degradando directamente la biodiversidad, también la europea. Esto debilita, cambia o destruye directamente los ciclos naturales de la naturaleza, sentando las bases para un cambio climático severo y la propagación de enfermedades zoonóticas. La vulnerabilidad y la destrucción de nuestros ecosistemas junto con la acción humana conllevan un rápido aumento de la temperatura, lo que, al mismo tiempo, alimenta la pérdida de biodiversidad. Esta conexión interminable entre las dos crisis las retroalimenta, lo que significa que cuanto menor y más pobre es el número de hábitats y ecosistemas, mayores son los riesgos que el ser humano enfrenta para sufrir una grave crisis ecológica, sanitaria y económica. Todos dependemos de la salud de los recursos de nuestro planeta, y la mejor estrategia a largo plazo es protegerlos y garantizar la supervivencia de las generaciones futuras. Nuestras acciones deben ser más rápidas y más contundentes si queremos detener y revertir el ritmo de degradación y colapso sin precedentes de la naturaleza en todo el mundo. [...]


El “Enfoque estratégico de la Unión Europea en materia de productos farmacéuticos en el medio ambiente” refleja la importancia de los sistemas de recogida de los residuos de medicamentos como SIGRE ¿Cómo valora el funcionamiento de estos sistemas y su contribución al cuidado del medio ambiente?


El uso generalizado de productos farmacéuticos, tanto para uso humano como para uso veterinario, y su incorrecto desecho, ha aumentado la concentración de sus residuos en el medio ambiente, contribuyendo especialmente a la contaminación del suelo y agua. Construir un sistema de recogida de los residuos de productos farmacéuticos a nivel europeo, por tanto, debe ser una de nuestras prioridades, en línea con el Plan de “Contaminación Cero”, la Estrategia sobre Productos Químicos para la Sostenibilidad o la Estrategia farmacéutica de la UE. El informe de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés), que recoge datos de 2020 en todos los Estados miembros sobre residuos de medicamentos veterinarios, revela que solo el 0,19% de las muestras recogidas superaban el nivel máximo legal. Además, esta cifra es la más baja en 11 años, lo cual demuestra que estamos en el buen camino, pero que aún queda mucho por hacer, pues seguimos por encima del límite que establece el Reglamento (CE) no 470/2009 del Parlamento Europeo y del Consejo.


Tampoco debemos olvidar que, además de la contaminación de nuestros preciados ecosistemas y las especies que los habitan, el aumento de la resistencia bacteriana también supone un grave problema. La propia Comisión Europea, en su comunicación sobre productos farmacéuticos en el medio ambiente, reconoce que este problema es un problema doble, como decimos. Por un lado, la incorrecta eliminación de los productos farmacéuticos y sus residuos. Por el otro, el consumo inadecuado de antibióticos. Por todo ello, la estrategia de “Contaminación Cero” reconoce el impacto medioambiental de los residuos de productos farmacéuticos y establece una acción conjunta a nivel comunitario para minimizarlo. [...]


Entrevista completa en www.sigre.es


 

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