Ahora, la Europa de la Salud

Tras una espera que, en plena segunda ola, a muchos se nos ha hecho larga, el Ejecutivo comunitario ha presentado su propuesta para la creación de una Unión de la Salud.


Después de haber escuchado en numerosas ocasiones que la competencia primaria de protección de la salud y de los servicios sanitarios es de los Estados miembros y después de haber sido testigos de las consecuencias directas e indirectas de tal condición desde que a primeros de año se instaló en nuestras vidas el coronavirus, asistimos estos días a un paso importantísimo, anunciado en septiembre por la presidenta von der Leyen: el germen de la Unión Europea de la Salud.


Tal como pedimos los socialdemócratas europeos hace meses en un documento propio cuyo contenido fue recogido más tarde en gran medida en una resolución ampliamente apoyada por la Eurocámara en julio, el nuevo marco de seguridad sanitaria de la UE planta las bases para ir más allá de la gestión de crisis y pandemias, suponiendo el primer paso hacia una unión fuerte de la salud en los 27 Estados miembros.


Con escrupuloso respeto a los artículos 168 y 114 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea relativos a la salud y el mercado interior, la Comisión Europea propone aprender de las lecciones que nos deja esta pandemia y, sobre todo, atender a las demandas de los ciudadanos europeos que no solo han identificado la salud como una prioridad, sino también como una de las áreas en las que esperan más y mejores acciones por parte de la Unión. [...]


En definitiva, lo que aquí está en juego es la salud de 450 millones de europeos y, admitámoslo abiertamente, la credibilidad de la Unión Europea como una organización capaz de atajar no solo los problemas derivados de una crisis económica sin precedentes, sino también las dificultades sanitarias a las que hacen frente los Estados miembros y sus habitantes. Hoy estamos un poco más cerca de demostrarlo.


Artículo disponible en www.blogs.publico.es


 

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