Unidad y solidaridad frente al virus

Ante la magnitud de la crisis de salud pública sin precedentes que estamos viviendo con la expansión del coronavirus y con una escalada de infección de miles de personas diariamente, la respuesta de la UE tiene que estar a la altura de las circunstancias, dejando al margen cualquier posible discrepancia nacional o nacionalista.


Desde que el 31 de enero se conocieran los primeros casos de afectados por el coronavirus en Italia hasta las decenas de miles que se contabilizan hoy en la UE, las respuestas de la UE han ido desde activar en enero el mecanismo de Respuesta Política Integrada a las Crisis (RPIC), que refuerza la capacidad de la Unión Europea para tomar decisiones rápidas cuando hay que hacer frente a crisis importantes que requieren una respuesta a nivel político de la UE, hasta el cierre de las fronteras exteriores durante un mes.


La respuesta a la pandemia tiene que centralizarse y las decisiones con un impacto desconocido en el funcionamiento del espacio Schengen y en la libre circulación, requieren de una coordinación contundente de la propia UE. Todos somos conscientes de que hasta que esta crisis sanitaria y económica pase, queda mucho por decidir y por hacer.


En el terreno económico, la UE debe lanzar un Plan de Recuperación Económica en relación al coronavirus y sus impactos de manera que se puedan movilizar rápidamente los instrumentos europeos para apoyar a los ciudadanos, PYMES y negocios que más lo necesiten, incluyendo el Banco Central Europeo, el Fondo Europeo de Inversiones y el Mecanismo Europeo de Estabilidad. Esta respuesta europea tiene que ser contundente y no puede esperar.


En ese sentido, celebro las últimas decisiones de la Comisión Europea y del Banco Central para intentar movilizar fondos no ejecutados aún, la primera, y para salvaguardar la estabilidad financiera a nivel macroeconómico, el segundo, con el impulso de un nuevo programa de compra de deuda. Esperemos que en los próximos días se sigan dando pasos con la activación del Mecanismo Europeo de Estabilidad y la creación de un Fondo COVID-19 que se financie con emisiones del Mecanismo, y que se pueda distribuir con posterioridad entre los Estados miembros que más lo necesiten.


En el terreno sanitario, sigamos a Hipócrates, considerado como el padre de la medicina, y que decía que si alguien deseaba una buena salud, primero debía preguntarse si estaba listo para eliminar las razones de su enfermedad. Y en este punto nos encontramos.


A las decisiones de contención adoptadas y por adoptar por el Gobierno y por la UE, tenemos que seguir sumando la conciencia ciudadana individual, por lo que a nuestra salud respecta, y la colectiva, por lo que a los peligros que nuestras acciones puedan conllevar en la salud de los otros. En estos tiempos tan difíciles y tan duros es el momento de apelar a lo mejor que tenemos como humanos y como ciudadanos: la unidad y la solidaridad.


Artículo aparecido en www.larioja.com.

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