Químicos persistentes en productos para niños. iStock
Los PFAS, el ‘veneno’ persistente en los productos para niños al que la UE quiere poner freno

El Parlamento Europeo se ha reunido esta semana en sesión plenaria para abordar una de las cuestiones que más preocupa. La presencia de Contaminantes Orgánicos Persistentes (COP) en los productos que consumimos y manejamos habitualmente están suponiendo un verdadero problema, y no sólo para el medioambiente, sino también –y sobre todo– para la salud pública. [...]


Los investigadores ponen de manifiesto que, de acuerdo a sus comprobaciones, varios productos para niños anunciados como resistentes al agua o antimanchas contienen PFAS. Incluso, los artículos etiquetados como "verdes" o "no tóxicos".


La exposición a este tipo de contaminantes –ya sea por inhalación o por ingesta– se ha relacionado con una serie de problemas de salud, incluidos la disminución de la eficacia de las vacunas en los niños, el cáncer y el colesterol alto, tal y como recogen los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos. [...]


Esto es precisamente lo que se ha debatido esta semana en el Parlamento Europeo. El Ejecutivo comunitario está inmerso en un proceso de reforma legislativa del reglamento sobre contaminantes persistentes, como los PFAS. Y es que el problema con estas sustancias radica en que no son biodegradables y pueden acumularse biológicamente en un organismo. Especialmente, en sus tejidos grasos.


Entre los efectos adversos que provocan a largo plazo están enfermedades como el cáncer, alteraciones en el sistema endocrino y hormonal o, también, trastornos reproductivos. De hecho, se sabe que a través de la leche materna, estos químicos que vamos acumulando a lo largo de nuestra vida en nuestro cuerpo, pasan al organismo de los más pequeños.


Por este motivo, la eliminación de estos contaminantes está siendo una de las prioridades de la Unión Europea. En la última sesión plenaria, los eurodiputados han acordado un endurecimiento de los límites a contaminantes persistentes como los PFAS. 


César Luena, eurodiputado y vicepresidente de la Comisión de Medioambiente, asegura que el objetivo de esto es “proteger la salud humana y el medioambiente de los efectos adversos causados por las sustancias COP y eliminar o minimizar las emisiones de estas sustancias procedentes de los residuos”. Es decir, hay una postura clara a favor de cerrar el ciclo tóxico que viene produciéndose hasta ahora.


El Parlamento considera que los límites más estrictos impuestos ahora son “realistas”, pues tiene en cuenta los datos existentes y las posibilidades de gestión de los residuos. “Los COP pueden permanecer en el medioambiente a través de los residuos, por lo que la revisión del Reglamento de la UE es muy importante”, asegura Luena.


En suma, la adopción de límites elevados provoca contaminación por el reciclado, de tal forma que vuelven a entrar en la economía en lugar de ser eliminados. Por este motivo, los europarlamentarios han decidido reforzar lo propuesto previamente por la Comisión, conforme a la realidad del mercado y la industria, que –sin duda– se verá afectada por esta decisión.


Artículo disponible en www.elespanol.com


 

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