Inteligencia Artificial y nuevas tecnologías: marco ético y posibilidades de futuro

La inteligencia artificial (IA), la robótica y todas las nuevas técnicas y tecnologías están revolucionando nuestro mundo. Muchas técnicas ya están siendo usadas en varias disciplinas con resultados sorprendentes.


Por ejemplo, en una sociedad envejeida como la europea, la IA y en particular, la robótica, presentan posibilidades interesantes para mejorar los cuidados y reducir los costes. La IA se está utilizando ya para mejorar la eficiencia y la personalización de los tratamientos (medicina personalizada) y para ayudar a prevenir y diagnosticar enfermedades de manera más precisa. Igualmente, el uso de robots quirúrgicos extiende las habilidades y la precisión de los cirujanos humanos y supera las capacidades para realizar cirugías mínimamente invasivas, con movimientos de gran precisión. Estos robots abren además las posibilidades a la telecirugía mientras que la telemedicina es ya una realidad.


Actualmente, se está debatiendo mucho sobre el uso de estas nuevas tecnologías en la lucha contra la COVID-19 y la prevención de futuras pandemias. El uso de la IA para la biovigilancia y el seguimiento de los movimientos del virus puede abrir puertas a compilar información que de otra manera sería muy difícil obtener.


La ciencia es por definición colaborativa, y en tiempos en los que los países se han cerrado en sí mismos, la ciencia y los científicos se han abierto más que nunca. La disponibilidad pública de las secuencias víricas obtenidas en distintas partes del mundo permite analizar la migración del virus por el globo terrestre y las mutaciones asociadas a dicho movimiento, un dato esencial para evitar que las nuevas vacunas diseñadas queden obsoletas al poco tiempo.


La posibilidad de rastrear los contactos y los movimientos humanos permite contener y limitar la expansión del virus y, en última instancia, controlarlo, pero genera dilemas éticos sobre la protección de los datos personales proporcionados y su posible utilización para usos no previstos en el consentimiento inicial o de manera ilícita.


En materia sanitaria, los avances que la IA puede brindar son muy numerosos, pero también presentan dilemas éticos que deben ser regulados y protegidos. Estos dilemas se están planteando también en relación a las aplicaciones usadas por ciertos países en el control de los contagios. Es responsabilidad de los órganos de gobierno regular el uso de estos datos, de manera que permitan combatir ésta y futuras pandemias pero que, a la vez, respeten el derecho a la privacidad de todos los ciudadanos.


Nos encontramos en una encrucijada que requiere un liderazgo público, colaborativo y social. Cómo respondamos a retos así, marcará la confianza ciudadana ante estas nuevas tecnologías y el progreso hacia una sociedad más justa y sana. Pero igualmente libre.


La Inteligencia artificial, como toda nueva tecnología, debe ser regulada basándonos en las reglas y valores europeos. Estas tecnologías avanzan a una velocidad de vértigo y la regulación no debe quedarse atrás, asegurando una transición y adaptación justa e igualitaria para todos y protegiendo de manera especial a los grupos más vulnerables.


Necesitamos una IA que sea no solamente potente, sino también transparente a la inspección, trazable, predecible y robusta contra cualquier manipulación. Además, su regulación debe ser un proceso cíclico, abierto a la mejora conforme los análisis de estas tecnologías a más largo plazo van apareciendo y sujeto a mecanismos de evaluación durante toda su vida útil. Para conseguir una transición igualitaria es esencial contar con la confianza de los ciudadanos. Para ello, la ética debe ser el pilar fundamental sobre el que se sostenga la regulación de la IA, con los derechos fundamentales en su base.


Por último, no está de más recordar que la IA y las nuevas tecnologías asociadas no han de ser un fin en sí mismas, sino un medio para facilitar el progreso y la innovación, preservando y mejorando el bienestar social y la libertad individual.


Artículo aparecido en www.fundacionsistema.com.

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