América Latina y la UE: en busca del área marina protegida más grande del mundo

"Trabajamos para garantizar la protección del océano Antártico y para crear el área marina protegida más grande del mundo”, declaró en varias ocasiones el comisario europeo de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevicius, durante su gira por Argentina y Uruguay. "Tenemos que asegurarnos de que los ecosistemas oceánicos sean protegidos”, resaltó. ¿Cómo? Avanzando, por ejemplo, en las propuestas de proteger vastas áreas marinas en la Antártida.


Según fuentes de la Comisión Europea, en los encuentros en Argentina y Uruguay (mayo 2-5) se trató de allanar acciones y posiciones conjuntas con miras a un nuevo acuerdo global acerca de los plásticos que están afectando los océanos y también en una convención para la protección de la biodiversidad en áreas que se encuentran más allá de las jurisdicciones nacionales. [...]


"Esta comisión es clave para proteger la Antártida y sus mares circundantes, al igual que el Protocolo al Tratado Antártico sobre Protección del Medio ambiente”, explica a DW César Luena, vicepresidente de la comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria del Parlamento Europeo. 


Este, conocido como el Protocolo de Madrid porque ahí fue firmado en 1991, "designa a la Antártida como reserva natural, consagrada a la paz y a la ciencia, que es como debería seguir siendo. En este marco se está negociando la creación de un Área Marítima Protegida en la Antártida Oriental y otra en el mar de Weddell, que tendrían un tamaño de unos 3 millones de kilómetros cuadrados. Hay otra propuesta, de Argentina y Chile de proteger otra área de 650.000 kilómetros cuadrados. Las dos primeras están en fase de desarrollo avanzado; la última, en uno más bien incipiente”, detalla Luena. [...]


"Se han hecho algunos esfuerzos para proteger la zona, como la prohibición de actividades relacionadas con los recursos minerales antárticos. Pero ante la creciente presión acumulativa en el Océano Antártico a causa de la contaminación marina, el cambio climático, la "pesca ilegal, no declarada y no reglamentada” (INDNR), la acidificación de los océanos y el aumento de las temperaturas oceánicas, la necesidad de proteger el vulnerable ecosistema marino es aún más imperiosa”, resalta Luena. En su opinión, avanzar en la designación de áreas marinas protegidas es crucial para que actividades como el turismo se gestionen adecuadamente y se regula la pesca del krill.


Al parecer, en ese pequeño crustáceo radica la clave de la protección de la Antártida: fundamental para el ecosistema y para la captación de toneladas de carbono anualmente, sus beneficios alimentarios han llevado a su captura excesiva en los bancos antárticos. 


"A pesar de que proteger la Antártida urge, en la última reunión del CCAMLR no se logró el consenso”, sigue Luena, impulsor de una resolución al respecto en el Parlamento Europeo, en julio de 2021. [...]


Artículo disponible en www.dw.com

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